Sobre Dibujos de Arte Rupestre (Andino)

logo-tracceThe essence of every rock art study must be the image. In most cases the image that we observe is not quite the same as manufactured and/or intended by prehistoric people. It is altered by weathering, erosion and all sorts of anthropic activities. Yet, the resulting image is the only source to use. The best thing to do is to photograph the image, but if one makes a drawing of the image, it should be as correct as possible. Yet, many rock art researchers produce and publish drawings that are not correct. Consequently, their interpretations will often be incorrect. This study discusses some examples of incorrect drawings and offers some recommendations.

by Maarten van Hoek

*

Sobre Dibujos de Arte Rupestre (Andino)

Una Petición Para Sólo Publicar Dibujos Que Son Científicamente Sólidos

 

Maarten van Hoek – rockart@home.nl

 logo-tracce 

Introducción

Sin lugar a dudas, el estudio del arte rupestre puede ser considerada como una disciplina científica. La ciencia es el conjunto ordenado de conocimientos estructurados sistemáticamente. Las ciencias factuales están basadas en buscar la coherencia entre los hechos y la representación mental de los mismos. Esta coherencia es necesaria pero no suficiente, porque además exige la observación y la experimentación. Las ciencias fácticas trabajan con objetos reales que ocupan un espacio y un tiempo (fuente: Wikepedia).

Los estudios de arte rupestre sólo pueden trabajar con imágenes reales (si representando algo real o algo ‘imaginario’). Lo más importante es que cualquier descripción y cualquier interpretación subsiguiente de cualquier imagen de arte rupestre deben basarse en las representaciones de la imagen que son científicamente aceptable. Esto significa que sólo ilustraciones (ya sea fotografías, dibujos o sus combinaciones) que muestran el diseño de la imagen rupestre tan objetivamente como sea posible son aceptables para su publicación.

Sólo es posible documentar (reproducir) petroglifos in situ a través de observaciones a ojo desnudo (haciendo dibujos o descripciones in situ) o tomando fotografías y describirlos en su casa. Por desgracia, documentar (reproducir) petroglifos mediante dibujos y fotografía in situ es a menudo muy difícil porque imágenes son frecuentemente muy erosionadas o reciben luz solar desfavorable a la hora de visita. En algunos casos la distancia y/o altura son un problema. Otro problema es la tarea – a veces muy difícil – de discriminar entre las marcas naturales y las marcas antrópicas (artificiales). Por esa razón, cuando diez personas diferentes hacen un dibujo de la misma imagen de arte rupestre, diez dibujos diferentes resultarán. En sí mismo esto no es un problema, siempre y cuando no se hacen errores evidentes y evitables. Sin embargo, hay muchos ejemplos de dibujos de petroglifos – ¡además realizadas y publicadas por arqueólogos académicos! – que no son en absoluto científicamente aceptable. Algunos ejemplos se muestran en las Figuras 1 a 8.

figura-1-chillihauy

Figura 1:  Detalle de un petroglifo en Chillihuay, Ocoña, Perú (sin escalas). A: Dibujo por los arqueólogos Daniel Chumpitaz Llerena and Maritza Rodríguez Cerrón (2014). B: Dibujo de la misma cabeza © por Maarten van Hoek, basado en una foto de Rainer Hostnig (más informacion en Van Hoek 2014a).

figura-2-cerro-negro-1

Figura 2:  Detalle de un petroglifo en Cerro Negro, Chicama, Perú (sin escalas). A: Dibujo por el arqueólogo Daniel Castillo Benites, interpretado como ‘una aparente cabeza’ por Castillo (2006: Fig. 100). B: Dibujo de la misma ‘cabeza’ © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2014b: Figs 8a y b).

figura-3-chiu

Figura 3:  Panel con petroglifos en Chiuchiu, Río Loa, Chile (sin escalas). A: Dibujo por la Sra. Jannice Rojas Vásquez (en Rojas 2005). B: Dibujo del mismo panel © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2016: Figs 11 y 12).

figura-4-tolon

Figura 4:  Parte de un panel con petroglifos en Tolón, Valle de Jequetepeque, Perú (sin escalas). A: Dibujo (moreno) por los arqueólogos Edgar Bracamonte Lévano y Ceyra Pasapera Rojas (2008). B: Dibujo © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2015a: Figs 33 y 34).

figura-5-rita

Figura 5:  Detalle de un petroglifo en Santa Rita, Chao, Perú (sin escalas). A: Dibujo por la arqueóloga Carol Patterson (2010). B: Dibujo © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2013c: Figs 12 y 13).

figura-6-juan

Figura 6:  Petroglifo de un ‘mono’ en un panel en San Juan, Valle de Virú, Perú (sin escalas). A: Dibujo por el arqueólogo Antonio Núñez Jiménez (1986: Fig. 900). B: Dibujo © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2007: Fig. 1).

figura-7-mulato

Figura 7:  Petroglifo en un panel en Cerro Mulato, Valle de Chancay-Reque, Perú (sin escalas). A: Dibujo por el arqueólogo Antonio Núñez Jiménez (1986: Fig. 244). B: Dibujo © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2012: Figs 3 y 4).

figura-8-lucumar

Figura 8:  Parte de un panel con petroglifos en Lúcumar, Río Sinsicap, Perú (sin escalas). A: Dibujo por la arqueóloga Ana María Rocchietti (2012: Fig. 14b). B: Dibujo © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2014c y Van Hoek 2015a: Figs 28 y 29).

Resulta que a menudo algunos arqueólogos publican dibujos que no reflejan la realidad (lo mejor posible). En el caso de los dibujos bastante antiguos el creador es excusado un poco, pero en esta era digital moderna algunas publicaciones son totalmente injustificable. Esto se aplica en particular a la trapajosa Figura 8A. Después de todas estas señales de mi parte, es de destacar que – en 2016 – el arqueólogo Cardona Rosas todavía ha publicado varios dibujos que también son injustificables. En primer lugar analizo sus dibujos (1) y, luego, el contenido textual de su obra (2).

 logo-tracce

1): Algunas Notas Críticas Sobre los Dibujos en Huacas paqariscas

El objetivo principal de este trabajo es proponer un debate sobre dibujos en publicaciones sobre arte rupestre (Andino), discutiendo principalmente un trabajo publicado por Augusto Cardona Rosas (Centro de Investigaciones Arqueológicas de Arequipa) en Rupestreweb en 2016 (Cardona Rosas 2016). ¡Eso sí!, mis observaciones no son de ninguna manera un ataque a la persona de Cardona Rosas; este estudio ofrece notas críticas sólo sobre el trabajo: Huacas paqariscas y mitos: el viaje de los muertos (y otros publicaciones).

Hay una serie de pequeños errores y ambigüedades en el trabajo de Cardona Rosas, al igual que el uso de la palabra ‘petroglifo‘, en referencia a una bloque o un panel de roca con petroglifos, mientras que en mi opinión un petroglifo es una imagen. Además, también existe bastante confusión con respecto a las ilustraciones que, lamentablemente, no están numeradas y no mencionados en el texto, lo que no es científica. Algunas de las ilustraciones tienen un código (como A10-P5a); muchas no los tienen. ¿Es Sector B el mismo que Sector 2 en Mollebaya Chico? Además, en la ilustracion de Mollebay Chico, Sector A no es marcado. La referencia a Van Hoek, “The Caracancha and the Apu. Rock art in the Death Valley of the Andes” en Rupestreweb es de 2013 (no es ‘Sd’). También, Gurben Golte (sin referencia) debe ser Jurgen Golte (¿2003?).

Pero, como Robert G. Bednarik escribió una vez, ‘yo pude sutilizar esos errores menores’, ‘sin embargo, que sería pequeño y en detrimento de la idea principal de mis argumentos’ (en Inglés Bednarik escribió: I could quibble about the ….., but that would be petty and detract from the main thrust of my argument. [Robert Bednarik en: Troncoso y Jackson 2010: 54]). Sin embargo, hay dos problemas en el trabajo de Cardona Rosas que no pueden ser ignorados; 1): los dibujos publicados y los consiguientes descripciones, y 2): la omisión de muchos petroglifos significantes y relevantes en su obra.

 logo-tracce

1a): Los Dibujos de Antonio Núñez Jiménez

En 2012 escribí: Sin embargo, los investigadores de arte rupestre deben ser plenamente conscientes de los riesgos cuando se utilizan, sin crítica, copias del material ilustrativo de la obra de Núñez Jiménez. Intentaré seguir advirtiendo sobre cualquier investigador de arte rupestre que de manera acrítica utilice dibujos inexactos realizados por Antonio Núñez Jiménez (más información sobre el tema en Van Hoek 2012 y sobre los dibujos de Núñez Jiménez en Van Hoek 2011). Aún, en el obra: Huacas paqariscas y mitos: el viaje de los muertos, Cardona Rosas ha incluido un dibujo (sin número y sin subtítulo) de un petroglifo (imagen) de Toro Muerto publicado por Antonio Núñez Jiménez (1986: Fig. 2158).

Pero ¡este dibujo de Núñez Jiménez es incorrecto! Tengo serias reservas respecto a este dibujo (Figura 9A) y otros dibujos por Núñez Jiménez (ver las Figuras 6 y 7). No entiendo por qué Augusta Cordona Rosas ha utilizado este dibujo, sabiendo (¿?) que dos fotos mucho mejores han sido publicados en Rupestreweb (Van Hoek 2006: Figs 4a y 4b; Figura 9B en este trabajo). También, he publicado un libro (en Inglés) sobre las faltas en los dibujos de Núñez Jiménez (Van Hoek 2011), y depués publiqué el trabajo de 2012 en Rupestreweb (¡en Español!) en que cualquier investigador de arte rupestre puede leer mis reservas sobre los dibujos de Núñez Jiménez (Van Hoek 2012). Un científico serio no puede ignorar obras publicadas.

figura-9-bb-001a

Figura 9:  Petroglifos en un panel en Toro Muerto (‘El Petroglifo Gigante’ segun Eloy Linares Málaga), Majes, Perú. A: Dibujo por el arqueólogo Antonio Núñez Jiménez (1986: Fig. 2158). B: Dibujo © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2011: una foto y dos dibujos de este petroglifo en las páginas 114 – 115).

logo-tracce

1b): Los Dibujos de Eloy Linares Málaga

Cardona Rosas también ha usado algunos dibujos publicado por Eloy Linares Málaga (sin mencionar que algunos de estos dibujos son de hecho de autoría de Dr. Percy Murillo Garaycochea). Aún aprecio mucho los estudios y investigaciones de Linares Málaga, tengo serias reservas respecto a los dibujos hechos por este arqueólogo Arequipeña. El ejemplo más problemático es el dibujo de un bloque con petroglifos en Cerro Negro (Figura 10).

Además, Linares Málaga ha publicado a menos tres dibujos del ‘Petroglifo Gigante’ (en que se ubica el petroglifo de Figura 9). Todos los tres dibujos (Linares Málaga 2011: 42, 139 y 153) son muy differentes y incorrectos y por eso en ninguna caso se presenta el petroglifo de Figura 9 de manera correcta. No es de extrañar que pongo en duda la exactitud de muchos (¿todos?) de los dibujos hechos por Linares Málaga. Por esa razón no es científico de usar dibujos realizados por este arqueólogo sin mencionar la duda.

figura-10-cerro-negro-1

Figura 10: Panel con petroglifos en Cerro Negro, Chicama, Perú. A: Dibujo por el arqueólogo Eloy Linares Málaga (1999: 91, Esquema No. 31). B: Dibujo del mismo panel © por Maarten van Hoek (más informacion en Van Hoek 2014b: Figs 5 y 7).

logo-tracce

1c): Los Dibujos de Augusto Cardona Rosas

Cardona Rosas ha illustrado su trabajo no sólo con ilustraciones de otros investigadores, sino también con fotos y dibujos de su propria autoría. En su obra Cardona Rosas describe cinco sitios con petroglifos de ‘Carcanchas’ (figuras antropo-esqueléticas). Por supuesto, sólo puedo juzgar los dibujos de petroglifos que he visto en el campo yo mismo o petroglifos en fotografías muy buenas (como las fotos de Chillihuay de Rainer Hostnig que uso muchas veces). Por esa razón sólo voy a discutir las ilustraciones de Mollebay Chico – Sector A (A17-1 en la Figura 11) y de Culebrillas (A12 en la Figura 11) publicadas (¿hechas? – no hay subtítulos en su obra)  por el arqueólogo Arequipeña Cardona Rosas.

figura-11-chili-map

Figura 11: Mapa de ubicación de los sitios rupestres en el Valle del Río Chili, Arequipa. Mapa © por Maarten van Hoek, basado en la Carta Nacional, Hoja 33s – Arequipa (segunda edicion) y un mapa por Cardona Rosas (2016 s/n). Sitios marcado en azul: A12 y A17-1; en rojo: los otros sitios rupestres mencionados por Cardonas Rosas (2016) con números; en verde: algunos otros sitios rupestres en el área (sin números). Las ubicaciones han sido estimadas.

Mollebaya Chico – Sector A: Mollebaya Chico – Sector A (A17-1) es en sitio rupestre que se encuentra en el fondo del valle, sobre una terraza aluvial de difícil acceso (Figure 12), donde se han ejecutado – según Cardona Rosas – un total de 62 ‘petroglifos’ (sic). Sin embargo, en Mollebaya Chico (Sector A) he registrado no menos de 72 bloques de ignimbrita con petroglifos. Los petroglifos en dos bloques han sido ilustrados por Cardona Rosas: A17-1-p21a, A17-1-p21d y A17-1-P32.

figura-12

Figura 12:  Bloques de ignimbrita con petroglifos en Mollebaya Chico, Valle de Chili, Perú. Al fondo: el Río Chili (flecha azul). Fotografía © por Maarten van Hoek.

A17-1-p21a: En primer lugar, el Panel A17-1-p21a contiene más petroglifos (más abajo), pero sólo una imagen ha sido ilustrado por Cordona Rosas. Es una imagen antropomorfa, pero yo dudo que se trata de una figura antropo-esquelética: no hay otros características antropo-esqueléticas que las líneas paralelas en el cuerpo. También, es posible que la figura es masculino (Figura 13).

figura-13-a17-p21a

Figura 13:  Petroglifo en el Panel A17-1-p21a de Mollebaya Chico, Valle de Chili, Arequipa, Perú. A: Dibujo por el arqueólogo Augusto Cardona Rosas (2016 s/n). B: Dibujo © por Maarten van Hoek.

A17-1-p21d: El otro lado de Bloque A17-1-21 también contiene algunos petroglifos, pero sólo dos imágenes han sido ilustrado por Cordona Rosas y además en posiciones que son relativas incorrectas (Figure 14A). Ambos los petroglifos antropomorfos son muy erosionados (sobre todo las cabezas) y por eso es muy dificil de determinar el diseño exacto de las figuras (Figure 14B). Ambos antropomorfos han sido interpretado por Cordona Rosas como fardos antropomorfizados. Sin embatgo, yo dudo que las figuras son fardos antropomorfizados. Además, es posible que Antropomorfo 1 – ¿mostrando dos (cuatro) costillas y la columna vertebral? – es una figura antropo-esquelética.

figura-14-a17-p21d

Figura 14:  Petroglifos en el Panel A17-1-p21d de Mollebaya Chico, Valle de Chili, Perú. A: Dibujo por el arqueólogo Augusto Cardona Rosas (2016 s/n). B: Dibujo © por Maarten van Hoek.

A17-1-p32: Un bloque de ignimbrita – ¿una roca parcialmente robada?; ver las flechas en la Figura 15 que marcan el impacto de un cincel (también ver Van Hoek 2014d: Figs 4 y 5) – contiene seis (quizas más) petroglifos en lugar de cinco (Figura 16), que son, sin embargo, dibujados por Cardonas Rosas en posiciones relativas incorrectas (Figure 17). Los petroglifos son muy erosionados y sobre todo el Petroglifo 4 en la Figura 16 es muy dudoso. En mi opinión no es una figura antropomorfa.

figura-15-a17-p32-1

Figura 15:  El Panel A17-1-p32 de Mollebaya Chico, Valle de Chili, Perú. Las flechas marcan el impacto de un cincel. Fotografía © por Maarten van Hoek.

figura-16-a17-p32-2

Figura 16:  Petroglifos en el Panel A17-1-p32 de Mollebaya Chico, Valle de Chili, Perú. Dibujo y foto © por Maarten van Hoek.

figura-17-a17-p32-cardonas

Figura 17:  Petroglifos en el Panel A17-1-p32 de Mollebaya Chico, Valle de Chili, Perú. Dibujo por el arqueólogo Augusto Cardona Rosas (2016 s/n).

Culebrillas: Este sitio de arte rupestre (A12 según Cardona Rosas) se encuentra en una parte muy pequeña de la extremadamente estrecho cañón del Río Los Andenes (afortunadamente ahora seco). Este espectacular cañón corre SO a través de la Pampa Chilcayo, y el sitio rupestre se ubica a aproximadamente 2,5 km NE de la desembocadura del Río Los Andenes en el Río Chili (desembocadura marcada con [Sitio] 15 en la Figura 11). También Culebrillas está a sólo 2,6 kilometros al NNE del sitio de Mollebaya Chico (A17-1 en la Figura 11). Las paredes del cañón son perpendiculares y comprenden muchas superficies de rocas muy lisas, sobre todo en los niveles superiores. En varios lugares en la parte inferior de este magnífico cañón es posible tocar las dos paredes erosionadas por el agua con los brazos extendidos, mientras que el cielo es visible como una estrecha banda azul alrededor de 10 a 15 metros por encima del suelo del cañón. Los petroglifos se encuentran en el lugar donde el cañón es ‘fácilmente’ accesible desde dos lados, indicado por flechas de color naranja en la Figura 18 (y Figura 19). Aún Cardona Rosas ha registrado 41 panels, yo tengo un registro de 58 paneles (53 marcados en la Figura 18).

figura-18

Figura 18: Mapa de ubicación de los paneles rupestres en Culebrillas, Arequipa. Mapa © por Maarten van Hoek (Van Hoek 2013a: Fig. 98), basado en Google Earth. Paneles marcados en verde: figuras antropo-esqueléticas (con numeración según Cardona Rosas); en rojo: figuras antropo-esqueléticas ambiguas (con mi propia numeración); amarillo: otros paneles (sin numeración). Todas las ubicaciones de los paneles han sido estimadas.

A12-P5f: Este panel es casi inaccesible (Figura 19). En este panel se observan cinco petroglifos: un quadrupedo, un antropomorfo, una línea y dos grandes figuras de ‘X’. El petroglifo de un quadrupedo ha sido interpretado por Cardona Rosas como un posible camélido. Sin embargo, en mi opinión se trata de un venado. Cardona Rosas escrbió: ‘La cabeza solo ha sido delimitada observándose los ojos y el hocico’, pero, sólo tiene un ojo y él no menciona la oreja y tampoco las cuatro líneas largas que sobresalen de la cabeza (Van Hoek 2013a: Fig. 102). Además, el hocico es naturalmente abierto, como es comun en los venados.

figura-19-p5f

Figura 19: Ubicación de los panels P5c y P5f, Culebrillas, Arequipa. Fotografía © por Maarten van Hoek.

Más importante, la figura ‘antropomorfa’ tiene brazos que paracen ser alas, porque todos los dedos han configurado sólo en un lado del ‘mano’. Además, cada pie tiene cuatro dedos de manera de un ave. La cabeza redondeada contiene un cruz, pero no ojos. En mi opinión se trata se una figura ornito-esquelética (Van Hoek 2013a: 112, Fig. 102) en lugar de una figura antropo-esquelética.

A12-P10c (¿e?): En este panel – casi inaccesible (Figura 20) – hay un petroglifo de un camélido (junto con cinco otras imágenes: cuatro quadrupedos y un ave) que contiene seis líneas verticales paralelas que –  según Cardona Rosas – ‘representarían el esqueleto’. Sin embargo, sería posible que las líneas representan la piel o pelage del animal. Además, me parece que el número de Panel A12-P10c debe ser Panel A12-P10e (ver el mapa de Cardona Rosas s/n con la leyenda: ‘petroglifo con orientatión’).

A12-P10d: Este petroglifo de una figura antropo-esquelética – también casi inaccesible y inmediatamente a la derecha (al este) de Panel P10c (¿e?) (Figura 20) – ha sido descrito correctamente por Cardona Rosas, salvo – en mi opinión – también se muestra el sexo masculino (Van Hoek 2013a: 111; Fig. 99).

figura-20

Figura 20: Ubicación de los paneles P10d, P10c (¿e?) y P10g, Culebrillas, Arequipa. Fotografía © por Maarten van Hoek.

A12-P10g: Algunos metros al oeste de Panel A12-P10d – es decir: a la izquierda de Panel P10c (¿e?) y no ‘a la derecha de panel f’ como dice Cardona Rosas – es un gran panel (Figura 20) con muchos petroglifos que son poco distinguibles debido a la altura, los efectos adversos de la erosión, a la gran cantidad de representaciones juntos y por los casos de la superposición.

En su dibujo de este panel (2016 s/n) Cardona Rosas incluye 25 petroglifos (algunos numerados), pero faltan al menos 11 petroglifos: cinco quadrupedos, tres grupos de líneas pequeñas paralelas, un antropomorfo importante con una figura escutiforme (de forma de escudo) bajo su brazo izquierda. El petroglifo undécimo concierne una imagen de una cruz latina (flecha amarillo en la Figura 21B).

Esta cruz latina ha sido sobrepuesta sobre Petroglifo 6; una figura antropomorfa que representa una figura antropo-esquelética muy poco visible. Además, en mi opinión esta figura y otras partes del panel han sido parcialmente dañados deliberadamente por una persona en el Era Posthispánica, haciendo imposible distinguir todos los detalles. Todavía hay varias diferencias entre el dibujo de Cardonas Rosa (Figura 21A) y mi interpretación del petroglifo (Figura 21B). Las diferencias lo más importantes son los cuatro círculos que representan los huesos de la articulación (flechas verdes en la Figura 21B) y una proyección en la área sexual (flecha rojo en la Figura 21B).

figura-21-p10g

Figura 21:  Petroglifo 6 en el Panel A12-P10g de Culebrillas, Perú. A: Dibujo por Maarten van Hoek, basado en el dibujo del arqueólogo Augusto Cardona Rosas (2016 s/n). B: Dibujo © por Maarten van Hoek.

Finalmente, el Petroglifo 1 – ¿un ave? grande – tiene un cuerpo con líneas semiverticales que lo rellenan, tratándose de la representación de las costillas (Figura 22). Por eso he interpretado esta figura como una figura ornito-esquelética (Van Hoek 2013a: 112).

figura-22-009

Figura 22:  Petroglifo 1 en el Panel A12-P10g de Culebrillas, Perú. Dibujo © por Maarten van Hoek.

A12-P13: Este es el panel ubicado lo más al oeste en Culebrillas (Figura 18). Es un panel muy grande. Hay mucho más petroglifos que los once petroglifos ilustrados por Cardona Rosas. Por encima del petroglifos ilustrados por Cardona Rosas (A – F en la Figura 23) hay una fila de seis (quizas ocho) líneas paralelas (G en la Figura 23), un felino (H), un ave (I), dos petroglifos de camélidos (J y K) y una línea (L) similar a línea D. Más ariba aún pueden estar otras líneas (dudosas?).

figura-23-p13

Figura 23:  Todo el Panel A12-P13 en Culebrillas, Perú. Fotografía © por Maarten van Hoek.

Pero el dibujo de la parte inferior del Panel A12-P13 hecho por Cardona Rosas (2016 s/n) es completamente incorrecto (Figura 24). Hay muchas diferencias en comparación con mi interpretación de estos petroglifos (Figura 25). En el dibujo de Cardona Rosas no hay una diferencia entre las líneas: todas líneas tienen la misma anchura y por eso yo he rellenado Petroglifo C un poco. Las otras diferencias (marcados con flechas de diferentes colores en la Figura 24) son: dudo que hay seis cruces (flecha naranja); el cuerpo del camélido A ha sido rellenado por líneas cortas y horizontales y el cuerpo del camélido B contiene  más líneas horizontales (flechas rojas). Finalmente, hay una línea (flecha morena) que conecta camélido B con antropomorfo C.

El Petroglifo F es muy interesante. No es un ‘una figura geométrica no definida’, como dice Cardona Rosas, sino un petroglifo de un ave (flecha verde) con dos alas que imitan la posición de los brazos del antropomorfo C. Además, las patas del ave tocan el lomo del camélido B. Esta combinación, llamada arbitrariamente por Núñez Jiménez ‘Yawar Fiesta’ (1986), es más común, especialmente en Toro Muerto, pero la misma configuración occure en el mismo panel de Culebrillas (A12-P23) en los Petroglifos I y J. Tal vez en el cuerpo cuadrado del ave I muestran la representación de las costillas y de la columna vertebral (compara con la Figura 22), pero este zona del panel es muy erosionado.

Como yo he dicho, la figura antropo-esquelética C ha sido dibujado incorrectamente por Cardona Rosas como una figura completamente de contorno, y por eso yo he rellenado este petroglifo en su dibujo. Pero hay muchos otros errores en figura C. Primero, faltan tres articulaciónes (indicadas por flechas amarillas en la Figura 24) y una articulación debe ser abierto. También, el pie izquierdo (y algunos dedos de las manos) no se encuentran (flechas verdes). El antropomorfo no tiene una boca abierta (flecha azul). Los ojos (flecha púrpura) no son círculos concéntricos y además tienen las cejas y (quizas) las ‘lágrimas’, que son tan comunas en muchos imágenes en Toro Muerto (y tambien en Culebrillas). Es importante que el sexo del antropomorfo (flecha gris) es más notable. Por último, la columna vertebral es una cadena de (semi)-círculos.

figura-24-p13-cardonas

Figura 24:  La parte inferior del Panel A12-P13 en Culebrillas, Perú (el autor ha rellenado Petroglifo C un poco). Dibujo por el arqueólogo Augusto Cardona Rosas (2016 s/n).

figura-25-p13

Figura 25:  La parte inferior del Panel A12-P13 en Culebrillas, Perú. Dibujo © por Maarten van Hoek.

logo-tracce

2) Algunas Notas Críticas Sobre las Faltas en Huacas paqariscas

Cada científico confirmará que un trabajo científico debe ser lo más completa posible. Esto significa que cada publicación que está disponible debe ser consultado. Para mí no siempre es posible hacerse con una publicación. Por eso falta la entrada del petroglifo de Soc[c]ospampa en el Distrito de Caravelí (Cardona Rosas 2016 s/n; Lámina 80 según Linares Málaga 1974) en mi libro sobre Carcanchas (Van Hoek 2013a). También faltan los petroglifos de Mollebaya Grande, La Estrella Baja y PA15 en mi 2013-libro, simplemente porque no tenía esos datos. Por eso, el trabajo de Cardona Rosas es muy valioso para mi. Su trabajo ofrece algunas adiciones muy bien acogida en la lista corta pero importante de petroglifos de Carcachas en el arte rupestre Andino.

Entiendo porque Cardona Rosas no podía usar la publicacion sobre ocho petroglifos de Carcanchas en el Valle de Caravalí (Van Hoek 2015b). Este trabajo fue publicado en mayo 2015; demasiado tarde para consultarlo. Sin embargo, no se entiende por qué Cardona Rosas no ha consultado a mi libro, que fue publicado y disponible a todo el mundo en 2013. Además, en el extracto del libro publicado en Rupestreweb (Van Hoek 2013b) he escrito: all 68 examples in Peru including the 45 examples at Alto de Pitis have been fully described and illustrated by me: see Van Hoek 2013[a]). Por lo tanto, Cardona Rosas habría consultado este fuente fácilmente.

Una breve enumeración: Cardona Rosas menciona dos figuras antropo-esqueléticas en Toro Muerto, mientras en el extracto del libro publicado en Rupestreweb (Van Hoek 2013b) yo menciono que hay cuatro figuras antropo-esqueléticas (Van Hoek 2013a: 113 – 114: Figs 103 y 104). También, hay tres petroglifos de figuras antropo-esqueléticas en el Valle de Sihuas (Van Hoek 2013a: 107 – 109; Figs 95 – 97) y tres en Ocoña (Van Hoek 2013a: 107 – 108; Figs 92 – 94). Además, en Culebrillas hay dos figuras antropo-esqueléticas no registrado por Cardona Rosas. Un petroglifo de una figura antropo-esquelética se ubica en el Panel CUL-004 (ver la Figura 18), mientras en el Panel P10g hay una segunda figura antropo-esquelética (Van Hoek 2013a: Fig. 101). Además, en Culebrillas hay algunos petroglifos que posiblemente pueden representar las figuras (¿inacabadas?) antropo-esqueléticas (Paneles CUL-006, 010, 014 y 52 marcados en rojo en la Figura 18). Finalmente, muy cerca el área de estudio de Cardona Rosas hay un sitio rupestre que contiene un petroglifo muy complejo de una figura antropo-esquelética.

El mismo problema se refiere a la emisión de los fardos. En Toro Muerto hay al menos cuatro otros petroglifos de fardos (Van Hoek 2012: Figs. 302 – 305), mientras en Alto de Pitis hay tres petroglifos de fardos (Van Hoek 2012: Figs 298 – 300). Además, en mi opinión algunos petroglifos en el Valle de Sihuas tal vez representan fardos (Núñez Jiménez 1986: Figs 2781, 2786 y 2789).

logo-tracce

Algunas Notas Sobre las Interpretaciones

No tengo un problema con interpretaciones diferentes. Por ejemplo, Cardona Rosas afirma que no se muestra el sexo en el Carcancha de Figura 9A, sino interpreta los dos apéndices como un posible taparrabo. Sí, de hecho, eso es posible, pero en base a representaciones de otras imágenes en el arte rupestre Andino, prefiero sugerir que esos apéndices pueden representar el sexo femenino (Van Hoek 2012: 34 – 44; 2013a: 113). De igual manera, Cardona Rosas afirma que no se muestra el sexo en dos diseños antropo-esqueléticos en Mollebaya Grande (P5a y b). En la zona púbica de estos antropomorfos cuelgan cuatro líneas verticales que – según Cardona Rosas – semejan un taparrabos. Sin embargo, los dos dibujos (2016 s/n) pueden ser inexactos, como son inexactos y/o erróneos sus dibujos de petroglifos en Mollebay Chico y Culebrillas (véase las Figuras 13, 14, 15, 21 y sobre todo 24). Si él tiene fotos, sería mejor de publicar estas fotos junto a los dibujos, para ser capaz de mejor evaluar los dibujos.

Mostrar el sexo es una de las propiedades más importantes para distinguir las Carcanchas (Van Hoek 2013b). Carcanchas son personajes vivos y muertos: por lo tanto, combinan las propiedades de personajes que viven (sexo, posición activa y movimiento) y los muertos (rasgos esqueléticos).

Otro caso concierne las figuras antropomorfas que tienen una figura cuadrada en cuyo interior se inserta una una ‘X’, que – según Cardona Rosas – podría corresponder a una simplificación de los amarres de un fardo u envoltorio funerario, esta esquematización es similar para ambos grabados antropomorfos en el Panel A10-P1 en Mollebaya Grande (2016 s/n). También los petroglifos en el Panel P21-d en Mollebaya Chico (Figura 14A – Petroglifos 1 y 2) ye en el Panel P32 (Figura  17 – Petroglifo 5) han sido interpretado por Cardona Rosas como diseños simples y esquemáticos de fardos antropomorfizados.

Sin embargo, yo prefiero sugerir una interpretación diferente. En mi opinión estas figuras con una ‘X’ en el cuerpo representan personajes vivos. La ‘X’ es parte de un vestido, como un ‘unko’. El ejemplo lo más claro evidente es el petroglifo de ‘El Señor’ en el Panel CHY-F-004 en Chillihuay (Van Hoek 2014a: Fig. 9A), que en ninguna manera es un fardo antropomorfizado. En mi trabajo sobre ‘El Señor’ menciona muchos otras ejemplos de antropomorfos con una ‘X’ en el cuerpo, que definitivamente son fardos antropomorfizados tampoco. Con respecto a este tema, Cardona Rosas ni siquiera describa un petroglifo relevante en Mollebaya Chico. Es una figura antropomorfa de 20 cm de altura. El interior del cuerpo ha sido ‘decorado’ con dos líneas oblicuas que se entrecruzan formando una ‘X’ elongada, de ellas sobre salen otras líneas más pequeñas a manera de flecos.

logo-tracce

Comentarios Finales

Entiendo que ningún trabajo sobre arte rupestre es o sera completo. Cada año hay nuevos descubrimientos y nuevas publicaciones. Pero cada publicación debe tener la información correcta. Porque el arte rupestre es una ciencia fáctica que se basa en gráficos (en este caso, petroglifos), los dibujos de estos petroglifos deben ser correctos. De lo contrario dibujos incompletos o erróneos dan lugar a conclusiones falsas, como ‘la nariz’ en la Figura 1A, ‘la cabeza’ de la Figura 2A, ‘el caracol’ de la Figura 5A y ‘la figura geométrica no definida’ en la Figura 24F. En otros casos es completamente imposible de ‘leer’ los dibujos de los petroglifos, como en las Figuras 8 y 10.

Cualquier científico confirma que no hay duda que es obligatorio hacer un buen trabajo y – en caso de publicaciones sobre arte rupestre – los dibujos correctos. Hay varias opciones. 1): Si el petroglifo es demasiado vago y/o erosionado, es mejor de publicar nada más que una foto. 2): Expresa la duda en el texto o (mejor) en el subtítulo cuando usted no está seguro sobre el dibujo, especialmente cuando se trata de un dibujo hecho por un otro investigador. 3): Si tiene fotografiás muy buenas, publica la foto junto al dibujo. 4): Consulta cada publicación disponible. 5): Compruebe su dibujo con una foto del petroglifo. Mi trabajo sobre los dibujos en ‘Huacas paqariscas’ es una súplica sincera para sólo publicar dibujos que son científicamente sólidos.

Finalmente, cabe mencionar que también mis propios dibujos siempre son interpretaciones. No son dibujos perfectos. Mis dibujos son basados siempre en fotos, que son frecuentemente hechas en un ángulo. Para mejor distinguir el diseño, las fotos han sido alteradas digitalmente. Sin embargo, esto no excluye que mis dibujos son sin tachas. Por eso, espero que cada investigador de arte rupestre examina y comentó mis dibujos de la misma manera. Uno nunca es demasiado viejo para continuar aprendiendo.

Traducido con Google Translate (disculpen los errores)

 logo-tracce

Referencias

Bracamonte Lévano, E. and C. A. Pasapera Rojas. 2008a. Los petroglifos de Cafetal de Tolón y su contexto cultural en el valle bajo del Jequetepeque. Paper presented at the III Simposio Nacional de Arte Rupestre. Huaraz, Perú.

Cardona Rosas, A. 2016. Huacas paqariscas y mitos: el viaje de los muertos. Grabados antropo-esqueléticos y fardos antropomorfos en el valle de Arequipa. En: Rupestreweb.

Castillo Benites, D. S. 2006. Arte Rupestre en la Cuenca del Río Chicama. Ediciones SIAN, Arqueología / 4. Trujillo, Perú.

Chumpitaz Llerena, D. and M. Rodríguez Cerrón. 2014. Los Petroglifos de Chillihuay: La imagen antropomorfa (del formativo al período de integración Wari). In: Rupestreweb.

Golte, J. 2003. La construcción de la naturaleza en el mundo prehispánico Andino, su continuación en el mundo colonial y en la época moderna. Revista de Antroplogía. pp. 13 – 62. Ponencia en el Simposio Arte y Ciencia: Negociaciones del conocimiento de la diversidad de las Américas, en el Congreso ICA 51, julio de 2003, realizado en Santiago de Chile.

Linares Málaga, E. 1974 –  Tomo I y II. Tesis Doctoral. Arequipa, Universidad Nacional San Agustín de Arequipa. “Prehistoria de Arequipa”. 1991-1992; Tomo II. Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa.

Linares Málaga, E. 1999. Arte Rupestre en Sudamerica Prehistoria. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú.

Linares Málaga, E. 2011. Memorias del arqueólogo Eloy Linares Málaga. 80 años de edad y 60 de investigador: Castilla – Camaná. Universidad Alas Peruanas. Lima. Perú.

Núñez Jiménez, A. 1986. Petroglifos del Perú. Panorama mundial del arte rupestre. 2da. Ed. PNUD-UNESCO. Proyecto Regional de Patrimonio Cultural y Desarrollo, La Habana.

Patterson, C., T. Rosales Tham & V. Vásquez Sánchez. 2010. Petroglyphs of the Santa Rita B Complex, Chao Valley, Peru.

Rocchietti, A. M. 2012. El Pájaro de Simbal (Valle de Moche, Perú). ANTI Revista del Centro de Investigaciones Precolombinas. Vol. 11; pp. 5 – 14. Buenos Aires, Argentina.  

Rojas, O. M. 2005. “El arte rupestre de Valle de Lasana” (Sectores Pona, Descanso en Lucio y Chacras Viejas). Museo de Historia Natural de Calama. Calama, Chile.

Troncoso, A. & D. Jackson. 2010. Images that travel: ‘Aguada’ rock art in north-central Chile. Rock Art Research. Vol. 27-1; pp. 43 – 60. Melbourne, Australia. With RAR Comments by Natalia Carden, Dánae Fiore and Robert G. Bednarik; with RAR Reply by the authors.

Van Hoek, M. 2007. A re-evaluation of the ‘monkey’ petroglyph at the Quebrada de San Juan, Peru. Rock Art Research. Vol. 24-2; pp. 255 – 257. Melbourne, Australia.

Van Hoek, M. 2011. Petroglyphs of Peru – Following the Footsteps of Antonio Núñez Jiménez. Oisterwijk, The Netherlands.

Van Hoek, M. 2012. Rumimantam Llaql-lasaq Wirpuykita: The ‘Cycle of Life’ in the Rock Art of the Desert Andes. Oisterwijk, The Netherlands.

Van Hoek, M. 2013a. The Carcancha and the  Apu. Rock Art of the Death Valley of the Andes. Oisterwijk, The Netherlands.

Van Hoek, M. 2013b. The Carcancha and the Apu. Rock Art in the Death Valley of the Andes. In: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2013c. Santa Rita, a Petroglyph Site in the Chao Valley, Northern Peru. In: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2014a. The shaman, the lord and the warrior: anthropomorphic petroglyphs at Chillihuay, Arequipa, Peru. In: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2014b. A critical analysis of the rock art on boulder CNG-020, Cerro Negro, Chicama, La Libertad, Perú. In: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2014c. An update of the petroglyph art near Simbal, Río Moche, North Peru. In: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2014d. The Motocachy Pampa Disaster, Peru. In: TRACCE – On-line Rock Art Bulletin; and in: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2015a. ‘Climbing Biomorphs’ in Andean Rock Art and Beyond. In: Rupestreweb.

Van Hoek, M. 2015b. Rare Petroglyphs of Skeleton-Anthropomorphs in Caravelí, Arequipa, Peru. Adoranten. Vol. 2014; pp. 88 – 96. Underslös, Sweden.

 

logo-tracce

TRACCE (ISSN 2281-972X) Online Rock Rock Art Bulletin è edito dalla Cooperativa Archeologica Le Orme dell’Uomo, anche indicata come Footsteps of Man e che ha sede in Valcamonica (piazza Donatori di Sangue 1, Cerveno, BS – I).

TRACCE (ISSN 2281-972X), an Italian word for “Tracks”, since 1996 is the first online Rock Art Bulletin. It is maintained by Footsteps of Man archaeological society (Valcamonica – I).

 


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

4 + 4 =